vivíamos a través de otros. de gente a la que no conocíamos de nada. ganábamos y perdíamos a través de otros. vidas vicarias. carecíamos de la idea misma de una vida propia. no llegábamos nunca a esa página en la que nos pudiéramos preguntar qué ingredientes mínimos eran necesarios para construir una vida propia. no llegábamos, entre otros motivos, porque en seguida había otro partido, otra competición y teníamos (tenían) que jugarla y ganarla. a través de otros. en política, cuentan, pasaba igual. no se podía decir que hubiera una vida propia más allá de la pequeña cotidianidad de los días y de los pequeños dramas sentimentales, artificiales como lagos. no había de eso ya. vidas propias.
Antes, y ahora, algunos.
ResponderEliminar