I. pienso en la muy mala relación que sostenemos con el error. me sorprende, la verdad. no es que errar sea humano. al menos como yo lo veo. es que el error es lo humano. y lo humano, un error. a qué tanto escándalo ahora? tanto drama, tanta tinta. tanta polla. pero...de qué vamos?
II. que si lama, que si los subtítulos de lost, que si el árbitro, que si te eliminan del mundial...suena como si quisiéramos erradicar el error. y además a palos. con bates de cactus.
III. el error tiene toda la pinta de ir a ser más tenaz. tiene una firme voluntad de persistir. de perdurar.
IV. propongo una relación mas fraternal, mas cariñosa. con el error. el propio y el ajeno.
V. el linchamiento, el propio y el ajeno, no van a minimizar el error.
VI. el verbo “cometí" remite a asesinato. y a #cristianismo.
VII. es un amigo. está aquí y se va a quedar. le hacemos un hueco?
Siempre la forma más sencilla de convivir con el error ha sido pasárselo a otro, al primer toque como Xavi
ResponderEliminarVamos allá.
ResponderEliminarI. Los humanos nos equivocamos, es claro que sí, también es claro que el mismo error unas veces puede ser intrascendente, por ejemplo, examinándote del carnet de conducir, confundir una señal que te obligue a detenerte frente al paso de un tren lo más que te puede acarrear es un suspenso, mientras que el mismo error, si llevas un BUS con 60 pasajeros puede suponer 61 heridos o muertos.
II. No se trata de ajusticiar al que se equivoque Luis, pero tampoco de la tendencia tan actual del "todo gratis", el error una vez cometido tiene que servir para algo, ¿qué hacemos con él?
III. Según como yo lo veo del error se debe aprender, si yo me quemo con la vitrocerámica, la 2º, 3ª, 4ª,5ª...6ª...nsima vez, según lo terca que sea aprenderé que la superfice de la vitrocerámica alcanza temperturas elevadas y que no debo poner los dedos encima.
IV. Para poder aprender del error se requiere honestidad con uno mismo, analizar fríamente la situación y reconocer que nos hemos equivocado (hay algunos que ni aunque los mataras) y eso es difícil.
Aquí nos encontramos con varios tipos de personas, algunas que se autoflagelan solas, no se permiten el más mínimo desliz, si lo cometen pasan semanas y semanas rumiándolo, a ellos nunca hay que echarles en cara sus errores, bastante se los restriegan ellos.
El segundo tipo es patético, se autoengañan, cuando explican lo sucedido cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, solo buscan el camino por el que la culpa no recaiga sobre ellos aunque no se den cuenta.
Hay otro grupo peor, el error es tan burdo que no existe, es un error imposible, son unos mentirosos, NO ME GUSTAN LOS MENTIROSOS, SON LAS PERSONAS QUE MENOS ME GUSTAN, puedo perdonar el error pero no la mentira no me dan ninguna pena, si puedo desenmascararlos públicamente lo hago sin ningún remordimiento de conciencia, ellos tampoco lo tienen.
El único grupo sano es aquel que es capaz de aislar el hecho, de analizarlo y estudiar de forma retrospectiva las distintas posibilidades de elección que tenía en aquellos momentos y valorar cual hubiera sido la más adecuada y porqué, todo esto sin reproches y con la clara conciencia de que es un ejercicio puramente intelectual ya que desgraciadamente el pasado no se puede cambiar, pero lo que sí es cierto es que situaciones parecidas se nos pueden presentar en el futuro y entonces sí podremos estar preparados para actuar de otra manera. Por cierto tampoco estaría de más pedir disculpas de forma sincera si hubiera que hacerlo y asumir responsabilidades por lo que hacemos algo que en este país nuestro tampoco mucha gente está dispuesta a hacer.
Vamos allá.
ResponderEliminarI. Los humanos nos equivocamos, es claro que sí, también es claro que el mismo error unas veces puede ser intrascendente, por ejemplo, examinándote del carnet de conducir, confundir una señal que te obligue a detenerte frente al paso de un tren lo más que te puede acarrear es un suspenso, mientras que el mismo error, si llevas un BUS con 60 pasajeros puede suponer 61 heridos o muertos.
II. No se trata de ajusticiar al que se equivoque Luis, pero tampoco de la tendencia tan actual del "todo gratis", el error una vez cometido tiene que servir para algo, ¿qué hacemos con él?
III. Según como yo lo veo del error se debe aprender, si yo me quemo con la vitrocerámica, la 2º, 3ª, 4ª,5ª...6ª...nsima vez, según lo terca que sea aprenderé que la superfice de la vitrocerámica alcanza temperturas elevadas y que no debo poner los dedos encima.
IV. Para poder aprender del error se requiere honestidad con uno mismo, analizar fríamente la situación y reconocer que nos hemos equivocado (hay algunos que ni aunque los mataras) y eso es difícil.
Aquí nos encontramos con varios tipos de personas, algunas que se autoflagelan solas, no se permiten el más mínimo desliz, si lo cometen pasan semanas y semanas rumiándolo, a ellos nunca hay que echarles en cara sus errores, bastante se los restriegan ellos.
El segundo tipo es patético, se autoengañan, cuando explican lo sucedido cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, solo buscan el camino por el que la culpa no recaiga sobre ellos aunque no se den cuenta.
Hay otro grupo peor, el error es tan burdo que no existe, es un error imposible, son unos mentirosos, NO ME GUSTAN LOS MENTIROSOS, SON LAS PERSONAS QUE MENOS ME GUSTAN, puedo perdonar el error pero no la mentira no me dan ninguna pena, si puedo desenmascararlos públicamente lo hago sin ningún remordimiento de conciencia, ellos tampoco lo tienen.
El único grupo sano es aquel que es capaz de aislar el hecho, de analizarlo y estudiar de forma retrospectiva las distintas posibilidades de elección que tenía en aquellos momentos y valorar cual hubiera sido la más adecuada y porqué, todo esto sin reproches y con la clara conciencia de que es un ejercicio puramente intelectual ya que desgraciadamente el pasado no se puede cambiar, pero lo que sí es cierto es que situaciones parecidas se nos pueden presentar en el futuro y entonces sí podremos estar preparados para actuar de otra manera. Por cierto tampoco estaría de más pedir disculpas de forma sincera si hubiera que hacerlo y asumir responsabilidades por lo que hacemos algo que en este país nuestro tampoco mucha gente está dispuesta a hacer.
Vamos allá.
ResponderEliminarI. Los humanos nos equivocamos, es claro que sí, también es claro que el mismo error unas veces puede ser intrascendente, por ejemplo, examinándote del carnet de conducir, confundir una señal que te obligue a detenerte frente al paso de un tren lo más que te puede acarrear es un suspenso, mientras que el mismo error, si llevas un BUS con 60 pasajeros puede suponer 61 heridos o muertos.
II. No se trata de ajusticiar al que se equivoque Luis, pero tampoco de la tendencia tan actual del "todo gratis", el error una vez cometido tiene que servir para algo, ¿qué hacemos con él?
III. Según como yo lo veo del error se debe aprender, si yo me quemo con la vitrocerámica, la 2º, 3ª, 4ª,5ª...6ª...nsima vez, según lo terca que sea aprenderé que la superfice de la vitrocerámica alcanza temperturas elevadas y que no debo poner los dedos encima.
IV. Para poder aprender del error se requiere honestidad con uno mismo, analizar fríamente la situación y reconocer que nos hemos equivocado (hay algunos que ni aunque los mataras) y eso es difícil.
Aquí nos encontramos con varios tipos de personas, algunas que se autoflagelan solas, no se permiten el más mínimo desliz, si lo cometen pasan semanas y semanas rumiándolo, a ellos nunca hay que echarles en cara sus errores, bastante se los restriegan ellos.
El segundo tipo es patético, se autoengañan, cuando explican lo sucedido cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, solo buscan el camino por el que la culpa no recaiga sobre ellos aunque no se den cuenta.
Hay otro grupo peor, el error es tan burdo que no existe, es un error imposible, son unos mentirosos, NO ME GUSTAN LOS MENTIROSOS, SON LAS PERSONAS QUE MENOS ME GUSTAN, puedo perdonar el error pero no la mentira no me dan ninguna pena, si puedo desenmascararlos públicamente lo hago sin ningún remordimiento de conciencia, ellos tampoco lo tienen.
El único grupo sano es aquel que es capaz de aislar el hecho, de analizarlo y estudiar de forma retrospectiva las distintas posibilidades de elección que tenía en aquellos momentos y valorar cual hubiera sido la más adecuada y porqué, todo esto sin reproches y con la clara conciencia de que es un ejercicio puramente intelectual ya que desgraciadamente el pasado no se puede cambiar, pero lo que sí es cierto es que situaciones parecidas se nos pueden presentar en el futuro y entonces sí podremos estar preparados para actuar de otra manera. Por cierto tampoco estaría de más pedir disculpas de forma sincera si hubiera que hacerlo y asumir responsabilidades por lo que hacemos algo que en este país nuestro tampoco mucha gente está dispuesta a hacer.
Buen comentario Angelo non sono. Yo pienso que los errores al menos los graves son como las hipotecas los vas pagando hasta que acabas de hacerlo y si no los pagas hasta te destrozan la vida.Sí hay gente especialista en mentir y en achacar sus errores a los demás, en no sentir culpa y en victimizarse y en tratar de hacer la vida imposible a otros a los que acusan de sus propios errores.Se llaman psicópatas y son un uno o dos por cien de la población.
ResponderEliminarLo peor de los errores es el daño que haces a otros y por eso hay que sentir la culpa.A mí la vida lo que me ha enseñado es que hay que ser muy cuidadoso con todo, sobre todo con las personas queridas y con los más débiles