I. hace unos meses tenía digital plus, iplus, segunda unidad de plus en la cocina, yomvi. lo di de baja. todo. hoy me llaman. lo mismo pero por 41€ al mes. les iba a ofrecer yo a ellos si querían dos televisiones. gratis. para ellos. ya. hoy. sin papeleos. pero me niego a ser maleducado con gente que ha sido amable conmigo. quiero ser justo. había cosas que me encantaban en la tele. sobre todo los deportes, pero también homeland, mad men, algún documental. pero el cociente, el global, el saldo me sale a devolver. a devolver las televisiones. ahora no me parece natural mirar el rectángulo negro con luz de fondo en el que unas personas hablan. ahora lo miro con extrañeza, achinando mucho los ojos. ahora no la entiendo. a la cosa en sí. a la presencia del artefacto en mi casa. a veces quiero ver algo y me voy a casa de mi padre y miro el fútbol, el baloncesto y las motos. ahora voy a descolgar de las paredes esos cuadros extraños. ahora no me quiero ir yo. ahora quiero que se vayan ellas. las intrusas. estoy en conflcito dentro de mi porque la tele, muchas veces, me daba el estribo ese que me venía bien para ponerme a escribir. por ahí le tengo gratitud a la tele. la gran función social de la tele es que las familias no nos matemos. la tele permite: 1) que al mirarnos menos y hablarnos menos, disminuya la fuerza de rozamiento de la erosión de la convivencia entre los miembros de una familia, miembros de los que naturalmente mana agresión continua 2) es un depositario no vengativo (directo al menos) de toda esa agresividad que uno le dirige. la tele salva a las familias. las familias insultan, critican, devalúan y gritan a la tele y a los que en ella salen y eso reduce las cuotas de cada uno dentro de la casa. en definitiva, no sé qué hacer. ese es un estado posible y hasta aceptable.
II. estoy fascinado. philip roth se va a turín, la ciudad de "obsesiva geometría" a visitar a primo levi. ya el sitio, turín, me hace recordar con cariño a mi querido amigo @jose_blancos que escribe un blog precioso. me gusta que es un blog que no lo tiene, sino que lo escribe. a mí no me gusta que nadie tenga un blog. me encanta que escriban en él, que lo usen, que lo gasten, que lo presten. un blog con las páginas amarillentas, dobladas, gastado por el uso. el de ellos y de otros. eso me gusta. en esa ciudad, visitan juntos la fábrica de pintura de la que primo levi fue trabajador toda su vida exceptuando el tiempo que a los nazis les apeteció que primo conociese auschwitz. que lo conociese bien.
III. ahora están allí, ellos dos. han vuelto de la fábrica y están en la casita de primo y su esposa. van a hablar. me voy a sumar. voy a ver qué se cuentan. se está bien allí, a gustito.
IV. cuenta primo levi que entre otras cosas (suerte, su pensamiento frío y sistemático, jerarquizado) salvó su vida gracias a que un albañil italiano le pasó comida durante 6 meses allá en el campo. que el italiano odiaba a los nazis, a alemania, al campo y a todo aquello con toda su alma, pero que venía de la tradición de la labore ben fatta, así que si le decían:" levante usted aquí una pared", el italiano la levantaba perfecta. porque eso, para él, era así. aunque le agradase a los nazis. primero estaban sus valores.
V. el trabajo hay que estudiar e invertir tiempo, esfuerzo y dinero para hacerlo cada día mejor. por uno. el éxito, el dinero, el prestigio o lo que venga o no venga después no son más que side effects. yo ahora ando pensando, no ya en las manifestaciones de la envidia de una persona hacia otra, que también, llevo años con eso, sino en la envidia que una persona se tiene a sí misma. un trabajo fino. de albañil italiano judío.
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