había yo contemplado muy seriamente no entrar ya nunca más en este blog. no cerrarlo sino dejarlo abandonado y que fuese una parcela de adosado con las malas hierbas altas y enormes y la puerta enrobinada y un juguete de niño en desuso tirado en medio y por ahí pero he aquí que de repente me entraron
unas ganas feroces de decir que
soy ahora la lluvia de agosto y abrí la puerta y lo dije. soy ahora la lluvia de agosto.
La lluvia de agosto es el final, y el principio. Alfa y Omega, y tal. La gran esperanza. Volver a empezar. Es dejémonos de hostias. Telita, la lluvia de agosto...
ResponderEliminarBenditas tormentas de verano!
ResponderEliminarjajaja. en los finales siempre tiende uno a escribir!. eso es así.
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