II. luego venía la fila de ofendidos a darle vueltas a tu casa, como un collar demasiado largo, pero tenías ahí unos días, un rato, buenos.
III. vas por la vida como si fueras de caza pero sin ir. me explico. vas por el campo, con tu perro, y sólo de andar van saliendo ideas como antes salían conejos. todo plagado. mientras, en el bolsillo, crecen los recordatorios pendientes como las magdalenas en un horno.
IV. es difícil conciliar el brío con la pausa.
Te puedes confesar también de los pecados por omisión?
ResponderEliminartú necesitarías muchos gigas, teras, franmartin :P
ResponderEliminarYa no, he hecho el Camino de Santiago dos veces.
ResponderEliminarLimpio de polvo y paja.