I. y ante esta sobredosis de realidad de los últimos días, de la última semana, que me llena los ojos y la boca de arena, reacciono reactivando mi pasión por el absurdo y por la nadería. por espacios vacíos, mentes en blanco puestas a descansar con dos o tres naderías absurdas que me devuelven la vida. el gusto por la vida. ya no es solo que no puedo ver las noticias. que entiendo por qué llevo diez años sin ver los telediarios. no es solo eso. sino que entiendo que mi conexión con la realidad ha de ser estrecha, de un sólo hilo de spiderman. que llame a la puerta. me asomo por la mirilla. si viene mucha de golpe me enroco. no abro. que venga de una en una, que enseñe la patita y diga la contraseña. una de esas contraseñas con captcha.
II. hablaba con r sobre mourinho. sobre ese osito de peluche que todo narcisista maligno lleva adentro. le abres la cremallera y ahí al fondo, detrás de la cajita de las pilas, te encuentras al osito. esto explica las dos reacciones habituales de los de alrededor: odio y miedo en un lado, compasión, ternura en el otro. según el que esté activo (on) de los dos en ese momento.. como suele dominar el narcisista maligno, el aguirre o la cólera de dios, las reacciones siguen una proporción como 9 a 1, o así.
III. luego está la fuerte idea de que no reprocha el que quiere sino el que puede. y puede el entitled. el que tiene las paredes interiores revestidas de razón. se las ha pintado él mismo, con su rodillo. eso no es un detalle menor. no lo es.
IV. cierro la maciza puerta que me separa de la realidad. me he gastado una pasta en ella porque es importante. tengo el cuarto de juguetes lleno de naderías. por ejemplo, una estructura metálica hueca en medio del hudson que observo desde un banco de riverside y que miro. ni siquiera necesito estar allí para mirarla. además de mi cuarto de juguetes lleno de naderías para que se me ocurran otras naderías y que eso no pare, tengo un cuarto de calderas donde estudio en silencio las presiones. las de dentro. las que vienen de adentro, porque de las azores seguro que no vienen. eso también está adentro.
Al final, lo de afuera son sólo llamadas de atención. Está todo adentro. Es verdad
ResponderEliminarYo pienso que lo de afuera existe y es lo más importante.Sin lo de fuera no tendríamos relevancia.Lo de dentro es el taller de revelado de las fotos
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