I. lo hablaba hoy con m, que se ha dejado sin terminar, como todo el mundo que yo conozca, submundo. esto me ha traído a la cabeza dos situaciones con el ulises de joyce. en una de ellas soy muy joven y estoy con ese pequeño pedo de después de la cena, una cena en la que también está no el traductor de una de las ediciones exquisitas del ulises en español, sino el hombre que ha puesto las notas a pie de página. le miro a los ojos con ese pedo y le digo: "usted dirá lo que quiera, pero a mí nadie me ha mirado todavía a los ojos y me ha dicho que se ha leído entero el ulises". él me dijo: "yo tampoco". el otro caso es el de la hermana de una amiga que había dejado de fumar con gran esfuerzo y en verano se leyó entero el ulises. en septiembre había vuelto a fumar. si yo no hubiese sido joven, habría podido decirle a aquel señor: " a mí nadie me ha mirado todavía a los ojos y me ha dicho que se ha leído entero el ulises y no ha vuelto a fumar". pero entonces estábamos lejos de esto y cerca del doblete. lejos de esta pasión por la nadería y el absurdo que tan feliz me hace ahora. porque es ahora claro, es cristalino, que el ulises mata.
II. esta mañana, intenso trabajo físico con unos albañiles. llevaban sudaderas de la selección de ecuador. mucho calor y sudor y tierra. demasiada realidad. de vez en cuando me fugaba. me fugaba a leer a escondidas y es curioso porque se me suicidaba el libro (con mi lápiz roído, el que cabe justo en el bolsillito de las monedas de unos 501). se me tiraban ventana abajo. una y otra vez. justo cuando leía yo sobre la casa de hemingway en idaho. la última casa. una casa que compró por y para matarse. porque eso es lo que era. una casa para matarse. dos cañones, una frente. podríamos escribir algo que se titulara "la última casa". cualquiera de nosotros.
III. por eso leo y por eso escribo. para que no se me coma entero la Realidad. para, como advertía lacan, no aceptar nunca ser el plato de comida de un caníbal. cuando boca abajo, semideglutido, siento mis rodillas roer, entonces voy y por el arte de la fuga, leo o escribo.
Pregunta también por El péndulo de Foucault otro que no se lo ha acabado nadie.Dicen que Hemingway se suicidó cuando le diagnosticaron un Alzheimer, no sé.
ResponderEliminarcasas para vivir. casas para morir. casas para matarse. casas para habernos matao.
ResponderEliminarlas casas son como los perros, todos acabamos pareciéndonos un poquito.
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