I. la cosa más o menos empezó así. lo fui a escuchar a madrid. al acabar, subí al estrado y le dije: "voy a verle. a ny. voy en verano". era febrero. cuando llegué, la secretaria jamaicana sacó cinco manos salvadoras. luego, la cuñadita la puso en la escuadra. entré y me dijo: ¿usted quién es? ¿usted qué sabe? ¿usted qué quiere de nosotros? así. a bocajarro. lo miré y le dije: yo soy éste, sé esto y quiero esto. "¿usted puede demostrar eso?" sí. vale, adentro. así. luego me enteré de que necesitaba no sé cuántos papeles y no sé cuántos trámites. pero ya no me hacían falta. ya estaba hecho.
II. veo caer la lluvia, no ya de agua, no ya de granizo, sino la de la pasión, la de la intensidad sobre san mamés. venga a untar el pan de hogaza de eso. y venga y venga. la grasa, por supuesto, sale de adentro. de dónde si no. dime. de dónde.
III. ayer fuimos a ver la exposición de andré kertesz a la casa de amberes. las fotos, un prodigio de dibujar rectas, como xavi trazando líneas de pase, viendo triángulos en la nada. rinus michels al fondo. en los textos, la esencia era: he sido honesto conmigo y con aquello en lo que creo. mi éxito ha sido, es, comprometerme. ponía eso.
IV. pero qué necesaria es la intensidad, la pasión, esa grasa. a esta enorme mentira, a este pan necio, si no le pones intensidad, no hay quien se lo coma. hay que poner de esto.