01 marzo 2011

la lavadora, haneke.

I. se nos rompió la lavadora. seis días sin ella. me dice: "no aguanta el amor, van a aguantar las lavadoras". es la erosión. implacable.

II. mi padre, que es un hacha, me ha regalado un libro que se llama "las chorradas de mi padre", justin halpern. tiene que ver con twitter. la dedicatoria es: "a mi primogénito, que me metió en este mundo en agradecimiento a que yo estaba presente cuando le cambiaban los pañales".

III. es funny games, la peli ésa que haneke rodó y rodó dos veces, una para los alemanes y otra para los americanos. dos chicos, fríos, bien parecidos, sajones, vestidos de golf, para el golf, entran en la casa de esta pareja con hijos a pedir huevos. hay un momento, muy temprano, en el que los habitantes de la casa aún pueden reaccionar y descabezarlos con un palo de golf. pero todavía no están seguros del todo de que aquello esté siendo un ataque ni de que va a acabar como va a acabar. piensan: ¿y si no? y ese "y si no", esa ingenuidad bienpensante, los sentencia. ese "y si no" los mata. había ese momento de esperanza y después ya no había nada. no había más que tortura. todo, ya, iba , va, a ser tortura. me dice el niño que el abuelo le ha explicado este fin de semana que en la escala de maldad del dr. stone, el nivel 21 es tortura con asesinato siendo el asesinato la intención principal y el nivel 22 es tortura prolongada seguida de asesinato siendo la tortura la motivación principal. matar a alguien que agoniza, aunque tú hayas sido el responsable de su agonía, es un gesto compasivo. dejar que muera por lo suyo tras tu tortura, sin rematarlo, es más cruel. en esto se dan la mano los peores psicópatas y los integristas católicos anti eutanasia.

IV. yo estoy con forlán. lo digo claro. lo digo ahora. en los últimos estertores del invierno. un invierno que agoniza, desesperado de agonizar, consciente de su suerte. yo soy de forlán.

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