01 marzo 2011

otro april fools.


I. decirle a alguien que no es insustituible no es para darle información. entendemos que el que escucha ya tenía nociones de que el universo y la especie habían ido funcionando sin él y seguirán haciéndolo. entonces descartamos el móvil de informar. o sea, no es para informar. es para otra cosa. decirle que no es insustituible es mostrar las ganas que le tienes. a ése. es como decirle: me apetece destruirte. o mejor aún: me apetece torturarte (con esta incertidumbre). porque si quieres destruir (sustituir) a alguien, simplemente vas y lo haces. como cuando quieres matar a alguien. ahora bien, si lo que quieres es un placer sádico más sostenible en el tiempo, eliges la tortura. en los ojos inciertos y preocupados del otro, encuentras tú el alimento de tu sadismo. tal vez lo que precipite la frase sea un éxito. si es así, el móvil es la envidia. es como decir: "tú tienes éxito, a tí te va bien. eso a mí me jode. me despierta la envidia. vamos a hacer que no te vaya bien. y lo vamos a hacer amenazándote. va a seguir habiendo asimetría, pero a mi favor. ¿y qué haces? ¿te quitas de tener éxito? ¿tiras veinte puntos de cociente intelectual a la basura por no molestar? ¿te mueves en modo discreto para no despertar a la bestia? ¿te sometes? o sigues con lo tuyo, confiando en que con lo que eres, si no te quieren en un sitio, en otro te querrán. ¿dependes del otro o dependes de tí, en último grado?

II. en la calle. ha oscurecido. he visto una bolsa de basura. no muy llena. estaba junto a la basura pero no en la basura. la he cogido y la he puesto en el cubo. me he sorprendido haciéndolo con cierto sigilo, con pudor. he pensado en ny, donde está bien visto hacer algo así. es cívico. aquí me preocupaba que me llamaran pringao. luego me ha dado igual. me he acordado de kertesz. de lo del compromiso consigo.

III. hace dos noches vi algo en la draper. ya sabes tú que yo la draper para la vida no, que no, que es aniñada y a mí para la vida me gustan resolutivas, capaces, potentes. vamos, que para la tele sí y para la vida no. pero, y lo comentaré con el viejo poeta de la ciudad, hay que reconocerle una sonrisa, la sonrisa de la Gracia. el sábado pasado cenamos con unos amigos y vi varias veces en ellos la sonrisa de la Gracia.

5 comentarios:

  1. nico1.3.11

    I.cuando lo oí me sonó como tremenda bofetada. pero encajo bien. thx por la disección.

    III.para la tele sí, para la vida no. jajaja

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  2. La Draper para la tele, pero yo quiero ponerme los zapatos de Joanny... diga el poeta lo que diga...

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  3. Papuchi2.3.11

    No,no, cuando te dicen eso se están defendiendo ellos:" si me quieres dejar me dejas, me haces polvo pero yo soy orgulloso y me repondré,NADIE ES INSUSTITUIBLE."Cuando quieren que te vayas te hacen la vida imposible sin advertirte mucho.
    II) La Draper ni para la tele, tipa odiosa, siempre insatisfecha, reprochona, a remolque, creyendo que se lo merece todo. A mí que me den media docena de Joannas y tomaré el gobierno.

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  4. franmartin2.3.11

    Siempre hay que partir de la base de un axioma indemostrable: Yo soy superior y por eso tengo que ir por el mundo pidiendo perdón y a veces estoy ocupado y se me olvida.

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  5. Anónimo2.3.11

    Comulgo con la Iª tesis de Papuchi: Te vas, me dejas y me abandonas: maldita sea tu mala persona. Pero que sepas que te sustituiré. Y en ello hay una metáfora no muy velada de exterminio humillacional del otro, porque, como cuando uno cambia de coche o de televisor o de celular...tiende a mejorar.
    Habéis conseguido que me enganche a Mad men, cabroncetes. Yo a la Draper la veo más bien recibiendo una estimulante educación sentimental al estilo de Pauline Réage. No falla.

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