06 diciembre 2011

tras houellebecq

I. infinita tristeza. acabo la última obra de michel houellebecq y es lo que me deja. una dulce e infinita tristeza. me quedo pensando cómo puede ser que dejándote este regusto, este testamento en vida, este sabor, uno pueda sentir gratitud a la vez. gratitud por haber creado y compartido algo tan bello. tan verdadero. tan honesto.

II. es la misma bestia pero desgastada. las aristas romas por el devastador paso del tiempo.

III. al principio, con "ampliación del campo de batalla", el chorro de tinta, como al orinar, era potente, escandaloso, enfadado, crítico, demoledor, juvenil.

IV. tantas décadas y obras después nos deja esta honda, sabia melancolía del que "lo ha visto". lo que quiera que sea que hay que ver, él lo ha visto. hay ecos. ecos de blade runner. me parece.

1 comentario:

  1. Anónimo6.12.11

    Sí, sí. Y sí.
    Houellebecq es un escritor que se te infiltra. Que te empapa todo. Te quedas tocado. A mí me pasó especialmente con Las partículas elementales. Me quedé aturdida durante días. Y con este último, sí, triste, en lo más hondo.

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