18 octubre 2012

el fulgor de un reactor

I. y fue, cómo decirlo, magia. volvía de correr. volvía yo, claro. la cuñadita tarda mucho más en volver. atraviesa muchas más pantallas la cuñadita. volvía de correr y es un piso, no una casa, un piso, y arrojo la colchoneta al suelo y, cuando me tumbo, la ventana está entreabierta y hay un cielo de un azul increíble, de una belleza estremecedora y me quedo perplejo mirándolo, pensando, ¿quién coño ha hecho "esto"? y como un guiño, en ese momento, pasa un reactor dejando su estela blanca, imponente, moteada atrás y no lo pienso y me subo. me subo al reactor y me voy.

II. luego, ya hoy, pensaba sobre las fuerzas, las cosas invisibles, que de repente, aquí y allá, le hacen a uno pequeño, las que te encogen o te encogen el humor. de las que te das cuenta a posteriori. cuando ya estás arrugado, encogido y han pasado días. también pensaba, claro, en las fuerzas del rectificado. las que te sacan de ahí. de ese Lugar. en el invierno pensaba, a lo mejor.

III. el domingo soltamos a los amarillos, a charly por anoeta. el grupo salvaje es visitante en esa camboya profunda de aguas peligrosas y hay uno que tiene muy perfilado el Rectificado. le sobra un poco de pelo por el centro, pero bueno, ya dejará de sobrarle. a lo que iba es a que soltaremos a charlie por la camboya profunda de anoeta. una vez más y siempre la primera. posición camboya por defecto.

17 octubre 2012

a partir de el ángel esmeralda (I)

I. el recorrido. esa hora en taxi desde el hotel a este aeropuerto, ese viaje es todo. y encima a este aeropuerto del que casi nunca salen los aviones. no les salen los aviones, no. tampoco te avisan si hay manera de saberlo con antelación. tú vas y lo que te encuentres. lo que te encuentras es un no, claro. uno detrás de otro, un no vuelo detrás de otro, salpicado por un eventualísimo sí vuelo-sí sale que no hace sino añadir desconcierto al añadir esperanza. un sí inhabitual. un sí que así puesto te enloquece. te enloquece o no, porque a éste, al tipo éste no le enloquece. no. a éste le gusta. le gusta el rito entero. le gusta rupert, el taxista, el conductor. le gusta el camino, frondoso, lluvioso, aromático.

II. le gusta más que nada, sobre todas las cosas, flotar. vive para flotar. es su prioridad. flotar en las piscinas. piscinas rosas, azules, como sea, sin piscina, flotar.

III. lo insólito, lo desconcertante, como el sí de un avión que sí sale, es que aplaca, apacigua mujeres como un poseso. con lo que tiene adentro este tío, con esa capacidad para gozar, para flotar en las piscinas, que hace, qué haces, apaciguando histéricas violentas en potencia, calmando locas.

IV. nuestro conductor es rupert. ojo con eso. ojo ahí. rupert te esquiva los agujeros del suelo y pasa de con qué tía estás detrás, y, lo más imprtante, sigue el ritmo de las canciones golpeando con suavidad y ritmo, con swing, el volante de este taxi eterno, este taxi en bucle.

12 octubre 2012

confesiones de polanski

I. es mañana de bilis en twitter. de tetrabriks de bilis apilados, haciendo filas. de comer huevas frescas de pescado a puñados en el desayuno. me quedo pensando si una mente puede destruir y construir a la vez, si es compatible eso. veo un martillo autolegitimado, enaltecido, golpeando y destruyendo en fragmentos mínimos, en esquirlas, cada nuez que le pasa por delante. el martillo lleno de razones pegando sólido, pegando violento. autojustificado. ahí. dale. lo miro con perspectiva, con distancia, como el que observa un fenómeno. así. en "ventanas sobre manhattan", creo, antonio muñoz molina escribía: "hacer una cosa es sobre todo dejar de hacer otra". se refería a las tareas de la vida, pero yo me lo llevo aquí y ahora a las actitudes, a los estados mentales. los estados mentales preceden a los actos. la bilis ya estaba allí. adentro. dentro de la cabeza del martilleador. surtida desde adentro. se ve que la ven fuera a la bilis. o la ven fuera o ven que hay ahí fuera algo que la justifica. incluso que la pide. que llama a martillo. es su mirada. sea.

II. anoche veo "confesiones de polanski" en tv. como quiera que sé que, por razones que no tengo claras, que es una persona a la que no le tengo aprecio y a la vez un artista al que admiro, que me gusta, me paso el limpiaparabrisas por la mirada y trato de ver el documental con los ojos más nuevos de los que soy capaz. ¿qué me encuentro? polanski está, parece, ahí, en un momento bajo. todavía recluído bajo arresto domiciliario en su casa de suiza. le entrevista un viejo amigo. es un hombre con el rostro y la mirada del lobo siberiano. esos ojos, esos ángulos en la cara, esa melena del lobo. un lobo viejo pero joven. la reclusión forzosa lo ha conectado con su infancia. una infancia de guerra. de horror. pero hay algo en este hombre que parece hacerle vivir la película de su vida, de su infancia, a capítulos, fragmentada. tal vez la única manera de soportarla. de sobrevivir.

III. el eye contact, el contacto ocular es importante y yo siempre se lo he visto glaciar, gélido, desapegado, con ese punto violento que tiene el hielo cuando despegas la mano de él. me sorprende verlo emocionado. contenido pero emocionado.  y el padre. cuando menciona al padre, y es mucho, se emociona más. me pregunto si parece genuino y sí, lo parece. a la madre se la llevan a auschwitz. querían a la hermana pero como no estaba, pues éstas misma. alemanes. no lo olvidemos. alemanes. después supo que su madre estaba embarazada cuando la llevaron. eso le toca más que la madre a secas. la madre embarazada. luego asesinada. asesinados los amiguitos. todo lo que toca, todo lo que ama se lo llevan, se lo quitan, se lo matan. cómo apegarse entonces si cada vez que te apegas, eso muere. descubro entonces a un polanski afectuoso y amoroso en lo nuclear, en el hueso de melocotón, con un desapego superficiel, en la piel de la fruta, como protección, como defensa y entonces ya, hoy, pensado y escrito me cuadra el lobo. me cuadra mucho más el lobo.

07 octubre 2012

rondando el oceanicazo (III)

I. ya en el avión, no se me ocurre nada y pienso cerrar estos posts. pero me pongo a leer en el kindle y para mí todo es leer y dejar de leer y ponerme a escribir. no consigo concentrarme en mi habitual estado oceánico de avión loco pero de pronto caigo en la cuenta de que, esto debe ser como una pesada broma del destino, una pesadísima, porque no a mi lado, pero una fila más adelante, hay un vulgarísimo especímen de john locke ingles, con sarro en el fondo de los ojos, con una mirada azul sucia.

II. el falso y vulgarísimo john locke, que no me sirve de nada, y que no estaba la semana pasada cuando tanto lo necesitaba para sacar punta a mi lápiz prestado para la eternidad en la isla, querrá que le saque punta ahora a mi kindle keyboard, que lo destroce. por supuesto estará lleno de cuchillos.

III. john locke está estrellando pinguinos contra la pared de un horrendo android inglés. estos ingleses de avión son una gente que se bebe unos copazos, se tatúa el dorso de las manos, el dorso y juega. juega a las cartas o bien como john locke estrellando pinguinos contra las paredes de un android muy feo. toleran, toleran muy bien, todo hay que decirlo, sin embargo, que yo lea. encuentro a los pinguinos con un color un tanto desmejorado, un verde como de puré de colegio en la cara,  pero como culpar a los pobres pinguinos conscientes de su destino de estrellarse contra las paredes del horrendo android.

IV. luego está lo unsaid. la caja negra de lo unsaid.

06 octubre 2012

rondando el oceanicazo (II)

I. me dirijo de nuevo, ya de buena mañana, al mismo bar del hotel donde sirven ahora los desayunos. les digo que no, que muchas muchas gracias, pero que para nada pienso yo comer su bárbaro y pro obeso desayuno inglés, "yo no como de eso, señorita"y me sirvo un plato de fruta. les digo que la globalización ha sido un gran fracaso porque no ha conseguido que la sandía del barrio cool inglés sepa lo mismo que en el mediterráneo, a nada.

II. recuerdo que vengo a dar una conferencia sobre relaciones interpersonales a londres. que estoy aquí para eso.

III. salgo a la calle, consciente de que parece que debo arrastrar la irritación del viaje indeseado y un alegre chirimiri me hace sentir que estoy en realidad en bilbao y me dirijo de muy buen humor ahora a la sede del congreso, donde me esperan.

IV. en la conferencia les digo que estoy tan contento que les voy a decir algo que me reservo habitualmente para mis hijos y para mis amigos vascos pero que han tenido mucha suerte y se lo voy a decir, den las gracias al chirimiri: "que las relaciones interpersonales son como un videojuego de coches. que básicamente consisten en no estrellarse. que consisten en ser impecables desde el punto de vista formal, ser muy superficial y tratar de que hable siempre el otro. preguntarle al otro sobre su vida, sus cosas, no hablar de las propias y concentrarse en no cometer ningún error formal de educación, el equivalente a no chocarse con el coche en el videojuego. se trata de no herir nunca la sensibilidad de los demás, de no ofenderlos, esperar un poco y vendrá otro, el que no se sabe la norma y los ofenderá. si uno hace eso, y es fácil, pronto vendrá otro que no se sabe la regla y la cagará. dirá algo y la cagará y él será el enemigo y tú un español muy amable. que luego hay 4-5 amigos con los que uno sí puede hablar en profundo, ser uno y olvidarse de la regla, pero que son eso, cuatro o cinco. no más. que recuerden la norma.

V. al acabar, me invitan a comer, pero les digo: "caballeros, yo a ustedes no les conozco de nada y de sobra sé cómo se las gastan con las grasas y las sandías insípidas ustedes así que solo deseo olvidarme de ustedes y me voy. repito, me voy"

VI. me voy a comer con @unapezluna a la que desvirtualizo y pronto estamos en una conversación de amigos y profunda y cuento seis y lo paso la mar de bien.

rondando el oceanicazo (I)

I. me voy a londres aunque me quiero ir a bilbao porque me he comprometido a ir a londres. como si eso significase algo. esto me enfada conmigo mismo. me irrita. veo, visualizo, a godín haciendo el gili penalty ése tan suyo en el que se cae encima de un delantero y lo aplasta y desde arriba, aplastado el delantero, dice que no es nada. pero sí es. me he pegado un tiro en el pie y he de apechugar. además, me pierdo el partido del atleti y eso me preocupa. por ellos, claro. le encargo a la cuñadita que lo mire por mí, de pie, de medio lado, pero seguro, fijo, que no lo hace. seguro que atiende a sus obligaciones otras y quien soy yo, godín, para decirle algo ahora, después de traicionarme a mí mismo así. por otra parte, lo mismo la cuñadita piensa que un partido de grupo contra el viktoria no es tan importante. al llegar al hotel de londres, con wifi, compruebo que ha debido asomarse por el minuto 92. el gol del cebolla. y es que algo tiene que quererme.

II. tras la improvisada conferencia sobre la Planificación la semana pasada en bilbao, afronto esta vez, en londres, una sobre las relaciones personales, "on relatedness" la han titulado, un poco pomposamente.

III. irritado como estoy conmigo, y a la una de la mañana que llego, me asomo al bar del hotel donde el dueño me trata como a un indio y me dice: "drink yes, eat no". el que era indio era el taxista y un indio de puta madre y no el idiota éste del hotel que se confunde de indio. miro a mi alrededor y hay cuatro parroquianos en un estado intoxicadísimo de alcohol, así que le pregunto al mesonero, eso le he dicho, "mesonero", si esto de "drink yes, eat no", es de ahora mismo o si era igual así hace 4 horas ( o no) mientras miro al paisanaje. me da un vaso de vino tinto como al que le dan un vaso de leche tibia antes de acostarse.

IV. me dirijo a recepción a coger mi llave donde me encuentro a un recepcionista profundamente antipático al que no me queda otra que decirle: "qué daño han hecho los estereotipos. me habían dicho que los londinenses son muy antipáticos y que los recepcionistas de hotel de noche eran de noche y no de día por sus dificultosas y torpes  relaciones personales y que yo podía ahora ver tan claro el daño que hacían los estereotipos"

V. me acuesto como puedo, en ayunas, y ya de mañana decido decirle a la recepcionista de día que sé muy bien que les han quitado una estrella y que esa quinta estrella no creo, no creo que se la hayan quitado por el olor a pies de sus habitaciones, que no hay derecho y que no se lo digan al auditor que estará investigando el por qué de la pérdida de la estrella porque por el olor a pies no puede, no puede ser y que si es, entonces es una cabronada.

01 octubre 2012

tom hagen

I. a @jose_blancos le gusta robert duvall. a mí me gustan @jose_blancos y robert duvall. él sabe muy bien que hay varios robert duvall. está el consigliere tom hagen de el padrino, de los padrinos, y está el sargento con el pañuelo amarillo al cuello de apocalypse now al que le sobran huevos para hacer surf en esa playa que están bombardeando. en cualquier caso, creo que al escritor le llega más tom hagen.

II. tom hagen es un abogado para un solo cliente. un hombre templado entre temperamentos volcánicos, un hombre de estudios entre hombres hechos a sí mismos y un hijo ilegítimo y adoptado entre hijos de sangre. tom hagen es la contención. la contención es la capacidad para dejarse impactar y afectar internamente por afectos intensos sin actuar o repelerlos de inmediato. son, a lo bestia, los 5 segundos que jack shepard permite que entre el miedo en él, o eso parece que dice su tatuaje. contener es deformarse en contraste con impermeabilizarse o rebotar cual frontón vasco. contener es dejarse impregnar y deformarse primero. luego es enfriar. luego es mirar aquello que hay ahora dentro de la cesta. mirarlo bien. analizarlo con precisión y frialdad. metabolizarlo. digerirlo. luego, sólo luego y sólo si conviene, si es táctico, hacer. tom hagen es, podríamos decir, un maestro de la contención.

III. los maestros de la contención son personas con las que a la gente le gusta mucho estar. son ese perfil tranquilo, sentado, sereno, reflexivo, cálido pero poco expresivo, cóncavo, que engloba, que enguanta como a la bola de beisbol. la gente los busca porque le dan paz, dicen. creo que por ahí, tom hagen. creo.