I. devuelvo el lápiz ya romo, sin punta, a la mamá de aaron. le pido disculpas por haberle gastado la punta, pero quién, quién es la irresponsable de no portar sacapuntas o qué mierda de compañía es ésta sin calvos con cuchillos, ¡venga, hombre! me dice que le da igual que le devuelva el lápiz sin punta porque ella en realidad lo usa para algo de
su pelo. he dejado correr lo de la mariquita falsa del pobre niño engañadísimo aaron y dejo pasar esto también. concentro mi mirada porque creo que con esa ridiculez del pelo y un lápiz del 2 me está, en realidad, queriendo decir si me he dado cuenta de que aquí todos tienen mucho pelo y no son calvos y no habrá cuchillos y no me prestará más el lápiz en la isla las próximas
décadas.
II. los orientales se despiertan, puntuales para la turbulencia anunciada a bombo y platillo. querrán, pienso, posicionarse en la Isla. buscar la mejor cala para sus ridículos celos.
III. si sobrevivo a la turbulencia, he de acordarme de achicar el cinturón antes de irme. soy un lunático más delgado que tú y quiero que lo sepas. te he pillado.
IV. no ha habido turbulencia alguna. les gusta el apocalipsis, son, como dice el señor de las zapatillas, "cenizos de mierda", demostrando que él es también un reloj que se avanza. a lo mejor son guionistas suspensos, guionistas repetidores, pienso.
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