I. la estancia en bilbao ha sido una delicia. qué ciudad y qué personas. pero no quiero salir del avión en estos posts del oceanicazo como no quería salir de bilbao, y es justo que mencione, pero poco, la vuelta. perder bilbao nos ha dejado a todos muy tocados.
II. observo que, en general, más o menos le prestamos la misma atención ya a los salvadores del país, nos generan la misma credibilidad, que al rollo ese que cuentan las azafatas antes de despegar. ese nivel de interés y de credibilidad. por ahí vamos, en la conexión entre el telediario y el discursito de las azafatas antes del vuelo.
III. pero esto es la vuelta, no la ida, y a la vuelta ya no soy el cholo simeone sino jack shepard con la barba negra, larga, unas copas de más y una chaqueta vaquera, diciéndole algo a kate, a mi kate. esa frase, claro. hay un volvo también cuando llego, claro. está todo como está, es la vuelta, y el volvo no falta. está el volvo ahí en la escena.
IV. abandonar la ciudad me ha retrotraído a un estado que no sentía desde 2001, desde el el 11-S y como ya nada era lo mismo y me estaba poniendo de lo más crepuscular, me ha pasado algo muy raro por dentro, algo extraño de verdad. mohamed atta. ya hablaremos tú y yo.
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