13 marzo 2011

los hermosos años del castigo

I. dejas el libro en la mesita de noche y ves caer la escarcha. los hermosos años del castigo. el hielo anestesia tus dedos. lo de afuera está helado. tú, tú, en cambio, estás sobrecogido. dicen que cuando se para un corazón en medio de una operación, cogen el corazón con una mano y lo masajean para que siga bombeando sangre. que eso de las pelis de las palas que descargan energía casi nunca lo usan. que el corazón de cualquiera te cabe en la palma de una mano y te sobra mano. que aprietan con los dedos. no sé. eso dicen.


II. la señora mamá fría y distante envía pocas cartas, con muchas órdenes, desde el cálido brasil al frío internado. ese internado suizo junto al lago constanza, donde habitan señoritas bien abandonadas. lo que no nos cuenta, tal vez porque no lo sepa, es que la señorita no sólo está identificada con la niña abandonada, hambrienta sino también con la madre del brasil, distante y fría, que ahora nos niega a nosotros cualquier afecto. cualquier compasión.la madre a ella. ella a nosotros. frederique a ella. it´s all the same, only the names have changed. cualquier compasión. el dueto se repite. la misma pareja de baile. con los personajes cambiados. el mismo dueto. deprivadora-deprivado. en un bucle sin fin. sin que se rompa la cadena del frío. endlessly.


III. r me dice: dediquémonos a los cactus, que pinchan pero por lo menos son agradecidos.

2 comentarios:

  1. Papuchi17.3.11

    Ya me hubiera gustado a mí y a muchos que nos hubieran mandado a un colegio suizo-con internas, of corse- por muy frío que fuera que no sería tanto como la escuela graduada postfranquista
    aprendiendo los 29 puntos de la falange.

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  2. Me está encantando el libro, la historia en bucle, pero con mucha poesía por dentro...

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